sábado, 21 de julio de 2007

Portada y contraportada


Prólogo


Es una satisfacción inmensa el poder prologar esta obra que con tanta entrega ha ido formando Manolo Tena, nuestro amigo querido por todos, y que quedará para la posteridad como rescate histórico para las futuras generaciones.

Los benquerencianos tenemos que estar orgullosos porque nuestro pueblo cuenta con múltiples referencias históricas que se encuentran reflejadas a lo largo de su existencia.

Los restos de pinturas rupestres ya nos hablan de una historia benquerenciana en torno al año 2000 antes de J.C. con una población que en su proceso evolutivo empieza a ser sedentaria y que se cobija en abrigos y cuevas de la sierra y que expresa sus pensamientos con pinturas esquemáticas. La población sería escasa de pequeños grupos que tenían como base alimenticia la caza. Pinturas rescatadas para la cultura en los últimos años y esperemos que las generaciones futuras sepan cuidarlas y no vuelvan a caer en el ostracismo anterior. Esta labor de rescate histórico que está proporcionando nuestra Web nos ha hecho conscientes de que tenemos una de las mejores estaciones arqueológicas de las pinturas esquemáticas del arte rupestre español con nombres que en un futuro serán conocidos como los de Buitrera de la Nava, las Calderas, Montón y Moriscas de Helechal y la Caldereta de Benquerencia y que forman un conjunto de figuras en torno a las setecientas.

Referencias más recientes las encontramos en la Edad Media con las vías para pasar de Andalucía a Castilla como “El Camino Real” por el Bercial y un posible paso por Castellán que serían utilizados para el paso de los ganados. Esos estudios de la trashumancia dan testimonio de nuestra riqueza agropecuaria.

La invasión árabe marcó una impronta en la vida de Benquerencia al transformarse en un núcleo de población defensiva jalonada por su “Castillo” que como vigía tenía que ver y actuar como un verdadero fortín que imprimiese temor y al mismo tiempo grandeza a todos los que quisieran atacarla. Fue este período donde se formaría la conciencia de pueblo, de núcleo urbano, y estamos hablando en torno al año 1000 después de J. C. Es también en este período cuando ya encontramos referencias históricas reflejadas en los incunables de esa época y como no hacer referencia a su conquista por Fernando III y el diálogo entre éste y el Alcalde Moro (hecho que me emocionó al verlo como documento escrito en un legajo de la Universidad de Sevilla).
Documentos referenciales históricos como los estudios de población de los siglos VIII al XII, los estudios en siglos sucesivos sobre el “viaje a la Serena”, el interrogatorio de la Real Audiencia, el informe secreto del rey Carlos IV, los derechos comunales sobre los pastos de la Serena, la trashumancia, los estudios sobre la Guerra Civil, los recuerdos recientes de los años 1950 y 1960, poesías, juegos, relatos populares, las vivencias de los benquerencianos, su aficiones de caza y pesca son la base documental que sustenta al edificio de Benquerencia como identidad histórica y que gracias a la labor minuciosa de Manolo Tena se va a convertir en una realidad bibliográfica.

Los trabajos de elaboración de la maqueta del Castillo, estudios sobre las ermitas, recopilación de ritos, costumbres y tradiciones van configurando los pilares de dicho edificio y que le dan el sostén arquitectónico.

Doy las gracias, desde la distancia, de poder tener un rincón cibernético (www.benquerenciadelaserena.com) donde acudir en los ratos de soledad para rescatar esos momentos de felicidad que han sido parte de mi existencia.

Por último, pedir a todos los benquerencianos su participación activa para conseguir que el nombre de Benquerencia de la Serena siga destacando como lo hizo a lo largo varios cientos de años.

Enhorabuena, Manolo.
Juan Antº Morillo Acedo

I-A través de los tiempos

Prehistoria

Aunque no se tienen testimonios científicos directos, hay que suponer que por estos contornos habitasen algunas familias que se refugiaban en los abrigos naturales de la sierra para protegerse de las inclemencias del tiempo. Serían asentamientos nómadas que se dedicaban a la caza como fuente de alimento.

Pinturas rupestres

Baso esta hipótesis en el hacha de piedra encontrada en la mina de "La Gamonita", en las pinturas descubiertas por el Abate Brenuil en Peñalsordo (del Paleolítico Superior), en los poblados prehistóricos de Zalamea y en las pinturas rupestres esquemáticas localizadas en nuestro municipio.

Época romana:

Durante la época romana es evidente de que ya estuviera asentado un grupo humano en la parte del valle o pie de la montaña próximo a la fuente de "La Muña".


La Muña

Los datos que avalan esta hipótesis son:
Los recintos fortificados existentes que nos acercan al control del territorio en época incluso prerromana.
El verbo romano BIENQUERER.
Otro dato en este sentido es la proximidad de la calzada romana de CASTULÓN a CÁDIZ, con un pueblo importante próximo ILIPA(Zalamea). La hipótesis, en este caso, se centra en que el grupo humano asentado tenía que haber estado en el valle o pie de la montaña, próximo a la fuente de la Muña.

Época visigótica

En la época visigótica es de suponer que ya existía el pueblo. Ello lo atestigua el hecho de que en el altar de la iglesia existieron hasta el año 1928 azulejos de aquella época, los cuales fueron destruidos en las obras de reforma llevadas a cabo el citado año.



Trozo de un azulejo visigótico de la Iglesia


Época musulmana

Aquí ya opero con base científica. Un documento que narra el paso de Fernando III el Santo por Benquerencia cuando se dirigía a la conquista de Córdoba (1.236) y que se encuentra en la Biblioteca de la Universidad de Sevilla dice así:

"Estos osados caballeros fijosdalgos, et adalides et almogavares, a caballo et de pie, juntáronse en Andújar, que era de cristianos, et ficieron su cabalgada contra Córdoba y cataron una noche de fuerte tiempo y oscura y ayudados por los castellanos de Martos, ganaron la Puerta de Martos, las torres y el arrabal de Axarquia". Quedaban las tropas cristianas dueños de casi todos los baluartes, pero sitiados por los cordobeses, en su ayuda tuvo que acudir Fernando III."


Fernando III

"Et camino fue este de Benavente a Cibtat Rodrigo, et de la Cibtat para Alcántara, pasó Guadiana a la barca de Medellín, et de Medellín enderezó a Magacela et a Bienquerencia, que era de moros. Fernando III armó su tienda en un campo, cerca de una fuente cabe el castillo. El alcaide moro que era buen caballero, le llevó sus presentes, pan et vino carne et cevada, pero negó el castillo al rey, prometiendo la entrega de Bienquerencia cuando volviese Fernando de ganar Córdoba. San Fernando llevaba sólo treinta pares de armas, entre ellos Fernando Ruíz Cabeza de Vaca.
El rey siguió por Dos Hermanas y El Vacar hasta el puente de Alcolea. Seguramente, a la vuelta el buen alcaide moro, que era buen caballero, le entregó Bienquerencia"...

Diez años después de la toma de Capilla, hacia 1226, por Alfonso de Olalla Villalobos, Fernando III donaba esta plaza a la Orden del Temple; que acompañaba a Fernando III el Maestre de la Orden de Alcántara, don Arias Pérez Gallego; que tras la reconquista de Magacela continuaron tomando las demás villas y aldeas de su término, entre las que se encontraba Zalamea, al principal.

Refiere Alonso TORRES TAPIA (Crónica de la Orden de Alcántara, tomo I, Madrid, 1763, pág. 315) que la conquista de Benquerencia se llevó a cabo después de 1236 y que, de camino Fernando III a la conquista de Córdoba, se detuvo con su hueste más lucida a repostar y descansar en un lugar cercano a Benquerencia, bien defendida por los moros, cuyo castillo se alza en un punto seguro y casi inexpugnable.

El alcaide, hombre de valor y lealtad, cuando supo que el rey de Castilla descansaba tan cerca, estimó obligado por la cortesía presentarle sus respetos, besándole la mano y obsequiándole con víveres y otros pertrechos. El rey agradeció en extremo aquella caballerosidad poco común, departió con el sobre el asunto que motivaba su viaje (la conquista de Córdoba) y le pidió que entregara la fortaleza y villa de buen grado, pues le aceptaría como vasallo suyo. El Alcaide se excusó con razones muy discretas, advirtiendo que se preciaba de ser muy leal a su señor y que no podía hacer traición al juramento y homenaje que le debía; pero puesto que el rey castellano se dirigía a apoderarse de Córdoba, en caso de que lo lograse, a su regreso se las entregaría sin escrúpulos, lo cual prometió con facilidad, persuadido de que la conquista de la gran Córdoba era irrealizable. Sin

Escudo de la Orden de Alcántara

embargo, en menos de tres meses, Fernando III consiguió rendir Córdoba, con asombro general de toda la cristiandad.

El Maestre de Alcántara, don Pedro Yáñez, que le había acompañado, fue premiado con largueza; al regresar a su convento, recibió del rey el encargo de pasar por Benquerencia y recordar a su Alcaide la promesa de entregarle la villa y castillo y de que, si no lo entregaba de grado, lo tomase por las armas.

Llegó el Maestre a Benquerencia y comprobó que el Alcaide había prometido en falso, pues presentó resistencia, lo que obligó a aquel a cercar la fortaleza, logrando finalmente reducir a la guarnición. Don Pedro Yáñez obtuvo de la generosidad del monarca castellano la villa y castillo de Benquerencia.

Documento original de 1236:
"quantum continetur a Bienquerencia, usque ad Gahet, in illo directo sit ita divisum, videlicet quod habeat Gahet duas partes, et Bienquerencia tertian parte... et ex parte Capillae, sicut decit Privilegium, quod tenent a me frares, Militae Templi."
("Todo lo que se contiene en Benquerencia hasta Gahet está distribuído en él de esta manera, dos partes y Benquerencia la tercera, y de la parte de la Capilla, según consta en el privilegio, lo que me confirman los hermanos guardianes”).
El Partido de la Serena
Pasada la Reconquista los territorios de la Serena fueron entregados a las Órdenes Militares para su repoblación y
Castillo de Benquerencia

seguridad. La parte central y occidental a la Orden de Alcántara, formándose después el Priorato de Magacela y el Partido de la Serena.

La parte oriental fue cedida a la Orden del Temple, a la que se agregó la Encomienda del Rincón del Zújar creándose el Bailio de Capilla-Almorchón-Garlitos(16-XII-1236), en la cual se encontraba el poblado de Bued que habría de ser Cabeza del Buey.

Dentro del priorato de Magacela estaba la Gran Dehesa de la Serena, de 250 Millares, parte de la cual se reservaron los Maestres (50 %) y el resto se la asignaron a los Comendadores, Pueblos y Lugares, Dehesas Boyales, Ejidos, Baldíos, etc. El Partido de la Serena se dividió en Comunidades de Pueblos y Lugares que denominaron "Llegas", de la manera siguiente:

MAGACELA:
Magacela, Villanueva de la Serena, La Haba, La Coronada, Campanario, Quintana y la Guarda.

ZALAMEA:
Zalamea, Valle de la Serena e Higuera de la Serena.

LAS CINCO VILLAS DE LAS TIERRAS DE BENQUERENCIA:
Benquerencia, Castuera, Esparragosa de la Serena, Malpartida y Monterrubio.

COMUNIDAD DE LA SIERRA DE LARES:
Esparragosa de Lares, Galizuela, Sancti-Spiritus y Cabeza del Buey (Almorchón)

La donación de Benquerencia a la Orden de Alcántara se lleva a efecto el 25 de abril de 1241, señalando como términos los mismos que tenía en tiempos de moros: al norte el río Guadiana, al oeste el término de Magacela y hasta una legua del castillo de Almorchón por el este.

Algo más tarde, en 1254, Alfonso X confirmará la donación y la delimitación de los términos y jurisdicción entre las órdenes del Temple y Alcántara. Con ello se agilizan las tareas repobladoras que tanto preocupaban, siendo en este caso Benquerencia uno de los puntos de mayor vitalidad, donde permanecieron, como en Magacela, una importante colonia musulmana como vasallos del rey.
Lateral de la Iglesia de Benquerencia

II-Benquerencia hacia 1270

Benquerencia de la Serena hacia 1270 (Historiador D.Domingo Domené Sánchez)
Benquerencia estaba situada en los proximidades de la calzada que iba de Mérida a Córdoba; como además el paso de ganado de Norte a Sur dentro de la comarca de la Sere­na sólo era practicable a través de dos puertos y uno de ellos, el del Mejoral, está próximo a Benquerencia. Esta localidad resultaba ser de una importancia estratégica notable. Tanto es así que según el fuero de Villasbuenas (1256) los vecinos de ésta estaban obligados a desplazarse en defensa de la Orden de Alcántara precisamente hasta Benquerencia.

Benquerencia fue conquistada después de la toma de Córdoba el año 1236322 por el maestre de Alcántara Pedro Yánez con tropas de la Orden y del rey. Aunque hubo cierta resistencia entre los defensores musulmanes del castillo y la entrega de éste se hizo por capitulación por lo que según las costumbres de la época los musulmanes debieran haber perdido sus propiedades; no obstante, el rey les permitió conservarlas al igual que había hecho con otros "moros" de la comarca. De acuerdo con esa benevolencia de Fernando III se hizo un reparto de las tierras de labor bastante equitativo entre los vencedores cristia­nos y los vencidos musulmanes por lo cual hasta la expulsión de los moriscos a comienzos del siglo XVII éstos fueron muy numerosos en Benquerencia y en los demás pueblos de la Serena323.

El mismo año o poco después Benquerencia fue entregada en tenencia a la Orden de Alcántara puesto que en 1240 ya había un comendador alcantarino en la villa el cual in­tervino, junto a su maestre y el representante de la Orden de Santiago en el reino de León, en la delimitación entre Magacela y Hornachos y entre Benquerencia y Reina324.

Al quinto año de estar en manos cristianas, es decir, en 1241 la villa y el castillo de Benquerencia pasaron a ser propiedad de la Orden de Alcántara por donación de Fernando III325.

322. Primera Crónica General, ed. R.Menéndez Pidal, Madrid, 1955, vol. II, p. 731

323. No está muy claro cual es el origen del topónimo La Serena. Unos dicen que procede del latínserena térra, tierra despejada y apta para el cultivo; otros que de senara, voz prerromana con el mismo sig­nificado que la expresión latina, que evolucionó hacia la actual serna; y un tercero que el término deriva de la ciudad vetona o túrdula Seriana (CELDRÁN, Pancracio: Diccionario de topónimos españoles y sus gen­tilicios. Espasa. Madrid, 2003.

324. TORRES Y TAPIA: Crónica I, p. 297.

Para evitar conflictos de límites con los pueblos vecinos (como el del año anterior) en la carta de donación se especificaban claramente cuales eran sus términos municipales, que venían a ser los mismos que ya tenía cuando era territorio de Al Ándalus.

El rey Alfonso X confirmó la donación en 1255326.

A pesar de lo explícito que es el documento de donación hecho por el Rey Santo los conflictos de límites con los vecinos no pudieron evitarse y así, en 1253 se firmó un acuer­do con la Orden del Temple sobre las demarcaciones de Benquerencia, Capilla y Almorchón327.
Al año siguiente hubo que volver a negociar con la Orden de Santiago328.
Esta Orden, junto a la ciudad de Córdoba, exigiría bastantes años después (1336) una nueva de­limitación entre las villas alcantarinas de Benquerencia y Zalamea y las posesiones santiaguistas y de Córdoba329.

El término municipal se vio aumentado cuando en 1333 Alfonso XI le cedió el casti­llo de Almorchón330.

Primer fuero: ¿hacia 1270?. Otorgante: ¿Orden de Alcántara?. Familia foral: ¿?
¿Tuvo o no tuvo fuero Benquerencia? Habida cuenta de que era la cabeza de una de las cuatro comunidades de la comarca de la Serena331 y de que en 1270 cuando se concedió fuero a Zalamea (cabeza de otra comunidad de la misma comarca) se prohibió, o al menos se coartó, el que fueran a poblarla los vecinos de Benquerencia cabe pensar que para rete­ner a éstos en su villa de origen también se les concediera algún tipo de fuero, aunque no conocemos documento alguno que acredite esa existencia.

Ahora bien, si Benquerencia no tuvo fuero se daría una situación harto anómala, porque los musulmanes residentes en esa localidad (también en Magacela y presumible­mente todos los de la comarca de la Serena) sí que lo tuvieron332.

325. BULARIO DE ALCÁNTARA, pp. 50-51 y también: Archivo Histórico Nacional, Osuna, leg. 323, n°.l-l. (citado por PALACIOS MARTÍN, B. (director): Colección diplomática medieval de la Orden de Alcántara (11577-1494). Madrid, 2000; p.99
326 . BULARIO DE ALCÁNTARA, pp. 71-72.
327. BULARIO DE ALCÁNTARA, pp. 66-67
328. TORRES Y TAPIA: Crónica I, pp. 332-333.
329. TORRES Y TAPIA: Crónica II, p. 3.
330 . BULARIO DE ALCÁNTARA, pp. 66-67
331 . La Serena comprendía dieciocho villas agrupadas en cuatro comunidades. Primera comunidad:Magacela con Villanueva, La Haba, Coronada, Campanario, Quintana y Guarda; explotaba la zona llamadala Mata y sus alijares (terrenos incultos). Segunda comunidad: Benquerencia con Castuera, Esparragosa,Malpartida y Monterrubio; aprovechaba las Rañas. Tercera comunidad: Zalamea con el Valle y la Higuera,que explotaba la Giralta. Cuarta comunidad: Esparragosa de Lares con Santi-Espíritus y Cabeza del Buey,que tenía la Sierra de Lares. (MADOZ: Op. cit. Artículo: Territorio de la Serena).

332. Para la elaboración del estudio de Benquerencia nos han sido de gran ayuda los datos facilitados por don MANUEL TENA CABALLERO.

Se dio el hecho curioso de que los originarios de cada uno de esos dos pueblos tu­vieron en Cabeza del Buey su propia parroquia y que aunque la fusión entre los dos nú­cleos primitivos fue completa, cuando fue necesario construir una iglesia parroquial nueva, la de Santa María de Armentera o de la Divina Pastora, y como ninguno de los curas qui­siera renunciar a su primacía se llegó a la anómala situación de que dicha iglesia estuviese regida simultáneamente por dos curas párrocos y dos curas tenientes de párroco.

Primer fuero: 1387. Otorgante: Orden de Alcántara. Familia foral: Flores o de León.

En 1387, poco después de su fundación, el maestre de Alcántara, don Martín Yánez de la Barbuda (1385-1394) "deseoso de que [Cabeza del Buey] se aumentase y creciese le hizo al­gunos favores. Señalóle término, dio licencia para que todos los martes pudiesen hacer mercado franquando a los que vendiesen en él de que no pagasen portazgo, ni sus vecinos en toda la Orden. Que pueden elegir alcaldes y alguacil y para juzgar las da el fuero de Flores"582.

Ese fuero de Flores era la versión resumida que del viejo Líber iudiciorum (es decir, un compendio de leyes romanas, canónicas y en menor medida godas)había hecho el maestro Jacobo el de las Leyes en su obra Las Flores del Derecho, de las leyes y sumas foren­ses583 para el infante don Alfonso, más tarde rey Alfonso X; todas esas leyes, copiadas lite­ralmente o en extracto, fueron incluidas en las Partidas.

Ese fuero fue confirmado en 1396584,1409585 y en 1417586 fecha esta última en la que también se señalaron tierras y se autorizó a los vecinos a plantar viñas y a que las pudie­sen "vender, enajenar y trocar, como no sea a Religión, Iglesia y hombre poderoso, no vasallo de la Orden".

martes, 17 de julio de 2007

III-Benquerencia de la Serena 1388

Como ya se dijo, no tenemos constancia de que Benquerencia tuviera fuero propio o para ser más precisos: no tenemos constancia de que los vecinos cristianos de Benqueren­cia tuviera fuero propio porque los vecinos musulmanes, moros en la terminología de la época, al igual que los demás congéneres del reino sí lo tenían.

S1 . MADOZ, P.: Diccionario histórico-geográfico...
582. TORRES Y TAPIA, op. cit. t. II, p. 170.
583. El Fuero de las Leyes rué publicado por la Real Academia de la Historia en Memorial Histórico Español,II. Madrid, 1851;pp. 167 a 248.
584 . TORRES Y TAPIA, op. cit. t. II, p. 186.
585. TORRES Y TAPIA, op. cit. t. II, p. 209. En el mismo documento también se confirma el de Va­lencia de Alcántara.

Esa situación provocaba en ocasiones situaciones anómalas, tal como la que vamos a ver.
Carta de exención a los musulmanes. 1388.

En efecto, en 1388 el rey puso a todas las poblaciones del reino un impuesto extra­ordinario que los respectivos concejos repartieron entre sus vecinos. Los concejos de Benquerencia y Magacela quisieron cobrar a los moros residentes en esas poblaciones y las al­jamas de ambas localidades recurrieron a don Martín Yánez de la Barbuda (1385-1394), maestre de la Orden de Alcántara y merino mayor entre el Tajo y el Guadiana.

El maestre, puesto que las dichas aljamas presentaron una carta del rey Enrique II y otra del rey Juan I según las cuales los moros no pagaban pechos ni pedidos (salvo la mo­neda forera) dictaminó en el pleito elevado a él por los concejos de la Serena y los moros de Magacela y Benquerencia que "hallamos que los dichos moros son esentos, de que jamás pecharon ni son tenidos de pechar con los dichos concejos [...] salvo en las dichas monedas. E por es­ta razón mandamos que no sean apremiados, ni constreñidos, ni prendados, que paguen el dicho servicio...7.

Parece ser que los moros tenían razón puesto que además de la carta del rey, que no conocemos, había otra del maestre Diego Martínez (1375-1383) quien nueve años antes (1379) había confirmado los privilegios de los musulmanes de la "alhama" de Magacela (lo que quiere decir que eran anteriores a ese fecha)588. Otro similar privilegio debían tener los moros de Benquerencia puesto que así lo confirmó bastante después (1418) el maestre Juan de Sotomayor589.

586. TORRES Y TAPIA, op. cit. t. II, p. 241.
587. TORRES Y TAPIA: Crónica II, p. 171.
588. TORRES Y TAPIA: Crónica II, p. 142.
589. TORRES Y TAPIA: Crónica II, p. 243.

IV-Crónica de la Orden de Alcántara

..pafar el rio deGuadiana por Medellin; cita en el camino de Cordova defpues de Magacela,Benquerencia , que aun todavia era de Moros teníala un Caballero con titulo de Alcayde, tubo noticia que el Rey venía a hacer alto á una fuente no lejos de fu Caftillo y Villa; falió á befarlela mano, y no quifo irfe con lasfuyas vacías ; llevóle un gran prefénte de pan, vino, carne y otros regalos con que fe hallaba ; hi-zole el Rey muy buena acogida,y pidióle le entregafe aquella fuerza no afíntio el Moro á efta petición, antes efcufandofe conla obligación que tenia á fer fielá quien fe la había entregado , le reípondio Señor , vos vais ahorafibre Cordova , defpues que la hayáis ganado , yo os la entregaré y ferviré con mi perfona y hacienda.Díxo efto como por burla, pa-reciendole impofible la condiciónque había pucfto. Pafó el Rey ade­lante , y quando llegó a aquella noble Ciudad halló, habían ya focorrido a los fuyos muchos Ca­balleros de divcrfas partes , y en­tre otros Alvaro Pérez de Caftro y D. Pedro Nuñez fu herma­no, que ya cílaban dentro en el Axarquía , y cada día llegabano tras gentes de Caftilla , León yEftrcmadura , y entre ellas losMacftrcs de las Ordenes Militarescon fus Freyles y vafallos.
Eftaba en efte tiempo en la
Ciudad de Ecija el ReyAbenhut
con un valiente y numerofo
exercito, refuelto de acudir al
focorro de Cordova llegada la ocafion.
Mi­litaba debaxo de fus vanderas
D. Lorenzo Suarez, Caballero
Chriftiano, a quien por fus
defconciertos había el Rey D,
Fernando mandado falir de fus
Reynos. Tu­bo noticia Abenhut
de la poca gente de los nueftros,
y efto le alentaba á pretender hacer
levan­tar el afedio. Había experimentado
el valor y esfuerzo de fus armas á
cofta de fu fangre y crédito,
y no eftaba olvidado que habia fido vencido de ellas en las batallas de Xerez y Merida , y por ventura llevado de el temor de ferlo, también ahora le encubría con no poder perfuadirfe tenia poca gente el Rey D. Fernando. Fiaba mucho de D. Lorenzo Suarez , y como fabía la enemiga que con el traía quifo tomar fu confejo , defcubriole fu pecho y fu cuidado, No fe refolvió D. Lorenzo á darle, antes le pidió licencia para ir con tres de los Chrftianos que andaban en fu compañía, al campo del Rey D. Fernando á defcubrir tierra, las fuerzas y gente con que fe hallaba , prometiéndole volver á darle avifo , para que afsi pudiefe tomar refolucion. Trazaba todo efto D. Lorenzo Suarez., procurando hacer al Rey D.Fernando algún feñalado fervicio con que le admitiefe en fu gracia.Pufolo en execucion, y en la obfcuridad y fílencio de la noche entró hafta donde eftaba apofentado el Rey. Dixo quien era á la guarda , y pidió ie hicief faber venía á ha­blarle en un negocio de fu Real fervicio. Mandóle entrar, y aunque reprehendió fu atrevimiento por lo que le tenia ofendido, agra­dado de fu piadofo intento , le efcuchó con alegre femblante. Hizole faber el de Abenhut, y ha­biendo conferido entre los dos la refpuefta que habia de darle, y lo que en el campo de el Rey debía hacerfe, dio la vuelta: lle­gó á la prefencia del Moro , y con roftro trifte y con palabras doloridas encareció las fuerzas grandes de el Rey D. Fernando, afsi por el valor de los fuyos, como por el numerofo exercito con que fe hallaba. Pufo en fus manos la refoludon de el cafo, afegurandole era cierto lo que le habia referido , que fi no fiaba de el,.inviafe otro de fus Capitanes de quien mas fatisfacion tema. Ordenó el Cielo que á efte………

V-Benquerencia ganada por el Maeftre.D. Pedro Yáñez

Recibida efta merced , el Maef-
tre pidió licencia al Rey pa-
ra dar la vuelta a fu Maeftrazgo;
diofela , y mandóle requiriefe al
Alcayde de Benquerencia pidiendo-
le el cumplimiento de la pala-
bra que le había dado , le en-
tregaria fu Caftillo y Villa fi ga-
nafe Cordova , pues ya fe ha-
bia cumplido la condición , y que
fi fe efcufafe le hiciefe guerra y
lo tomafe por armas. Partió el
Maeftre con efte cuidado, llegó
á Benquerencia , habló al Ai-
cayde, diole el recado de par-
te del Rey, no afintió á lo que
fe le pedia, y fue fuerza llegar
á las manos. Es el afiento de Ben-
querencia, fuerte, en la caída de
una alta y empinada fierra, en
cuya cima efta fundado un valien-
te Caftillo t feñoreando y acom-
pañando el .Pueblo (afsi estaba en
lo antiguo ) bien murado y torrea-
do, con fu fofo y barbacana. La
entrada al Norte es inaccefible;
al nacimiento y puniente del Sol
difícultofa, y no muy fácil al Me-
diodia, si bien la ordinaria. Con
eftos pertrechos tubieron ofadía
los Moros á procurar defenderfe,
aunque fue fu intento vano, por-
que el Maeftre y los fuyos apré-
taron el afedio de manera, que
fin poder refiftir al valor de
armas vinieron d rendir la Villa
y Caftillo con muerte de no po-
cos de ellos. Entró el Maeftre,
hizofe dueño de todo, mandóles
defpejar y que faliefen fuera ; fu-
plicáronfe les dexafe con fus ha­
ciendas , quedandofe vafallos de
el Rey. No fe refolvio el Maef-
tre fin confurtarle. (g) Afintio á
ello , y mandó dexafe buena guar-
nicion de gente que afegurafe
algún levantamiento. Executólo
afsi el Maeftre y pufo un Caba-
llero de fu Orden por Caftellano.
Francifco de Rades (36) di-
ce que por haber conquiftado
el Maeftre á Benquerencia con
ayuda de» la gente que como
Capitán del Rey llevaba , y
no con folo fus Caballeros y
vafallos, hubo contradicion eni
fi de buena jufticia era fuya;
mas de allí d poco el Rey pa-
ra mayor feguridad le hizo do­-
nación para efta Orden." Hafta
aquí efte autor,
No fe fi bien acordado de lo
que en el capitulo antes de efte
habia dicho, que aunque el Maef-
tre D. Arias Pérez habia toma-
do por armas el Caftillo y Villa
de Magacela pertenecía al Rey por
fer de fu conquifta , y diofela en
recompenfa de el derecho que de-
cia tener d la Ciudad de Truxi-
lio, Porque mas razón ha-
bia para perfuadirfe el Maeftre que
no……………………...............